martes, 26 de abril de 2011

"Sandía,estrellas fugaces y lenguado sobre mantel azul"
Vidal Salas



SOLEA SOLEA (Lenguado común)


Siempre tendido
sobre el lecho del mar.
Soy
gris
camuflado entre grises. Mi vida
depende de esta ocultación sutil.
Mi otra sangre es el miedo
a ser descubierto.



Soy
U
n pequeño
/mOnstruO desfigurado\
///que ha perdido la simetría
\\\

///de los bellos peces de colores
\\\
///y la verticalidad en la que vagan
\\\
///plácidos y frágiles los hipocampos
\\\

///Enterrado, mi cuerpo no es mucho
\\\
///aunque los otros peces breves
\\\
///que me sirven de alimento
\\\

//piensen que los devora \\
//la mandíbula feroz\\
//de una turbulencia\\


//de arena\\


/////\\\\\\

/////// \\\\\\\


A veces sueño que me desplazo
como una llanura ondulante,
audaz y resuelto
sintiéndome más grande
que los desconocidos abismos.

Y soy entonces toda la arena,
todo el inmenso fondo marino
incrustado de corales
mi lado ciego.







"Golpe de agua"(Acuarela)
Gabriela López Coello



sábado, 16 de abril de 2011

Dulce amistad


No recuerda cuando llegó, pero le han dicho que fue sobre 1870.


Vista desde el interior de "Las cuadras"


Tampoco sabe quién la trajo desde Oriente a un lugar tan remoto como Ponferrada, una ciudad que ha ido cambiando con el paso de los años. Que fue minera y ferroviaria, rodeada de una aureola de prosperidad por la que llegó a ser conocida con el lema “Cuidad del dólar” durante los años del wolfram, del hierro, del carbón, y de las obras hidráulicas de Endesa.

Ella que ha visto pasar los años, lleva en su tronco las huellas de una dura batalla en solitario por vivir en la ciudad, a la sombra de un impresionante Castillo Templario... ¡Tan lejos de los bosques de glicinia de China de la que es originaria!


El caso es que desde hace 140 primaveras trepa por la vieja casona señorial de los García de las Llanas, en Ponferrada, ahora convertida en Museo de la Radio.

Acaba de estrenar nuevas andas


que, a modo de artísticas muletas, garantizarán la continuidad de esa dulce amistad que significa su nombre original en chino, la mantenida durante tantos años con la ciudad berciana sus habitantes, peregrinos y visitantes.


Y es algo más que una trepadora exótica, su memoria guardará las llaves de tú corazón. Puedes escuchar a la glicinia relatando su historia pinchando en este enlace de la asociación A Morteira.


Mientras escuchas el relato,recupero algunas imágenes que son recuerdo de las aguas del ayer

"Río de las ondas claras y las arenas de oro, que en los remansos te paras, y de sus sombras amparas tu codiciado tesoro…



.. ... Esas aguas que llevaron con mi niñez mi ventura, ¿En dónde, río, pararon? "...


La llave del corazón de muchos bercianos zarpó con ellos en este barco camino de Argentina...

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Y dando un salto en el tiempo, os propongo una visita virtual al casco antiguo de Ponferrada pinchando aquí


viernes, 1 de abril de 2011

Una golondrina sola no hace primavera...

Cuando nada en la mañana prometía
que un chorro de agua tibia pudiera exfoliar
las escamas de este invierno
ni la grosera desnudez
de tantas noches, vacías de estrellas…

Advertí esa luz cambiante de entretiempo
que regresaba lentamente a la inocencia
de recoger señales, en lo cálido del mundo.

Fue al girar el grifo de la ducha
que se precipitó una golondrina
batiendo suavemente las alas,
y en un ágil quiebro levantó
dos gotitas de agua con el pico,
para luego desaparecer.

Entonces recordé
que siempre he amado
la negrura de aquellos pájaros
que colgaban su nido de media taza
en el voladizo de mi ventana.
Cómo llenaban el aire de gorjeos floreados
y entraban y salían de mis ojos
extraviándose en lo azul.
Crecí pensando que primavera durmiente
regresaba de los cuarteles de invierno
escoltada por las primeras golondrinas,
prendida en la horquilla brillante de sus colas
para que mis propósitos de aire
no se volvieran de madera, sorda y vegetal.



Y mientras la taza de café perfumaba
de castillos la atmósfera, escuché
como antaño, despertar la melodía de Marzo
al compás trino

Tisuí- tisuí- tisuí

¡Loca de golondrinas la mañana!

Tisuí- tisuí- tisuí…

Y los dedos de una brisa primaveral
me fueron llenando los armarios
con extravagantes sombreros de plumas,
guirnaldas de flores nuevas
y otros misterios.