En el pedregal menguaba
la luz oblicua del estío. Declinaba agosto.
Bajo un palio de grandes hojas
esperé esas cosas
reservadas a los sueños.
Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises
yo le tengo piedad a la higuera.
Rozaba la tierra la sombra de la higuera
cadenciosa, como el sonido del sistro, la rozaba
un murmullo meloso
que secretamente entallaba redondeces
de fruto maduro y abierto.
Como si la maternal higuera
atesorara la dulzura de la tierra
inervada en sus ramas
toda la apariencia radiante que ensanchara
la turgencia en las caderas
y al borde de los dientes desmenuzara
la agonía de un beso largo,…largo.
Y se desprendió la tarde
del rubor azul infrutescente
y germinó una fecha de amor
entre iniciales.
Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
"Hoy a mí me dijeron hermosa".
Las estrofas en cursiva pertenecen a este poema de JUANA DE IBARBOUROU
MESA DE MÁRMOL
-
Tenía una mesa de mármol en mi terraza; el mármol estaba apoyado en unos
taburetes de madera, que desgraciadamente el tiempo fue debilitando, hasta
que ...
Hace 5 días