lunes, 31 de agosto de 2009

"El azul y la higuera" JOSEP M. GUINOVART





En el pedregal menguaba
la luz oblicua del estío. Declinaba agosto.
Bajo un palio de grandes hojas
esperé esas cosas
reservadas a los sueños.

Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises
yo le tengo piedad a la higuera.

Rozaba la tierra la sombra de la higuera
cadenciosa, como el sonido del sistro, la rozaba
un murmullo meloso
que secretamente entallaba redondeces
de fruto maduro y abierto.

Como si la maternal higuera
atesorara la dulzura de la tierra
inervada en sus ramas
toda la apariencia radiante que ensanchara
la turgencia en las caderas
y al borde de los dientes desmenuzara
la agonía de un beso largo,…largo.

Y se desprendió la tarde
del rubor azul infrutescente
y germinó una fecha de amor
entre iniciales.

Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
"Hoy a mí me dijeron hermosa".




Las estrofas en cursiva pertenecen a
este poema de JUANA DE IBARBOUROU


viernes, 28 de agosto de 2009


Óleo sobre lienzo de JACOB COLLINS




Nocturno en sol ... de alizarina


Extraño es el deseo de esa luz,
escisión aguda y deslumbrante.
Toda la orilla es un incendio
en sus bordes escuetos
lavándose la sombra.

El silencio del cielo
tiene un ruido de espanto
cobrizo
sajado en dunas
desleídas por una brisa candente.

En cuál de mis acordes
he de empezar la fragua de tu nombre,
canto que apenas comenzado
ciega pronto
destella
aventa el fuego vivo
donde nadie vigila.

Luz que estás
donde las cosas lo parecen.
Limbo en lucidos espejos
rezuma, lenta, un color
protector del suave
prolongado de las aguas.




martes, 11 de agosto de 2009

Mañana el tiempo volverá a engañarme







Verso es lo que vuelve
avanzadilla de aire nocturno

lejos del sueño sin sueños
espíar un sol ruborizado
desde la mirilla menguante
del crepúsculo.

Cuando la luz se queda en nada
todo se reduce a evitar
que deje de haber sido.