sábado, 19 de diciembre de 2009


La Vida es una noticia conmovedora


A veces suena a Dios...
y eso de no ser más que tiempo, nos espanta.

A veces, a la vida, se le olvida hacer ruido
o no la escuchamos a corazón abierto.


A veces suena a Dios
y por muy duro que se nos vuelva el oido
despierta
bajo el cielo estrellado
nuestra humana condición
de fruto luminoso.










"-¿Oyes? -dijo el principito-. Hemos despertado al pozo y canta.

No quería que el principito hiciera el menor esfuerzo y le dije:

-Déjame a mí, es demasiado pesado para ti.

Lentamente subí el cubo hasta el brocal donde lo dejé bien seguro. En mis oídos sonaba aún el canto de la roldana y veía temblar al sol en el agua agitada.

-Tengo sed de esta agua -dijo el principito-, dame de beber…

¡Comprendí entonces lo que él había buscado!

Levanté el balde hasta sus labios y el principito bebió con los ojos cerrados. Todo era bello como una fiesta. Aquella agua era algo más que un alimento. Había nacido del caminar bajo las estrellas, del canto de la roldana, del esfuerzo de mis brazos. Era como un regalo para el corazón. Cuando yo era niño, las luces del árbol de Navidad, la música de la misa de medianoche, la dulzura de las sonrisas, daban su resplandor a mi regalo de Navidad.

-Los hombres de tu tierra -dijo el principito- cultivan cinco mil rosas en un jardín y no encuentran lo que buscan.
-No lo encuentran nunca -le respondí. -Y sin embargo, lo que buscan podrían encontrarlo en una sola rosa o en un poco de agua…
-Sin duda, respondí. Y el principito añadió:
-Pero los ojos son ciegos. Hay que buscar con el corazón."


¡FELIZ NAVIDAD!

6 comentarios:

Turulato dijo...

Cierto, muy cierto... La vida suena y hay que oírla con el corazón. Pero es tan enorme, me da, que nos asusta. Quizá por eso, me da, que vivimos mal. A lo pobre.
Vengo hoy a esta página de luz y música con el corazón. Está bastante cochambroso -según lo que dije antes-, pero está; no lo he acostumbrado a escuchar el ritmo de la Existencia. Así que ya perdonarás lo mal que suena.
¿Disculpas, verdad?. Pues si; me fío poco de mi mismo. Con todo, tengo un deseo para ti y los tuyos: Paz, unión y salud. Que volváis siempre sanos y salvos al hogar. Que sobre los desencuentros, primen los besos. Y que no os falte nunca lo necesario para vivir con dignidad.
¡FELIZ NAVIDAD!

Anónimo dijo...

Hola Marian:
Te deseo a ti y los tuyos, unos dias de paz, tranquilidad, y serenidad, sin preocupaciones más allá de las cotidianas -no sé definir la felicidad todavía-. Sigo leyéndote -porque siempre tengo sed-, desde lejos.
Un abrazo,
Miguel Ángel.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Creo que los deseos tienen su magia. Y sirven para ayudar a que se cumplan los sueños.

Me contaste un sueño no hace mucho, un bello sueño que yo creo que tarde o temprano se va a realizar. Te lo deseo. Pero sobre todo te deseo que tu vida sea completa, que encuentres siempre el calor que irradia de tu corazón, que lo avives, que lo derrames y que nos sigas haciendo soñar. Y claro, amor, paz y salud.

Mercedes Pinto dijo...

Hermoso texto de "El Principito", que nos recuerda cómo muchas veces no encontramos lo que buscamos porque tenemos cerrado el corazón.
Felices fiestas. Volveré