El sol anuncia
la mañana en rojo,
huele el cielo
a luz azafranada
que vibra y avanza
con pasos de gigante.
En la plazuela de la fuente
expuestas al fulgor de las púas
van a peinarse las horas
su larga cabellera.
Canturrea el caño los acentos,
las notas cristalinas
del arcoíris.
Y acaba evaporándose la tarde
en esa frontera de la siesta
como huella fugaz en la ceniza.
Se despide el sol
dejando en el crepúsculo
una estela violeta.
la mañana en rojo,
huele el cielo
a luz azafranada
que vibra y avanza
con pasos de gigante.
En la plazuela de la fuente
expuestas al fulgor de las púas
van a peinarse las horas
su larga cabellera.
Canturrea el caño los acentos,
las notas cristalinas
del arcoíris.
Y acaba evaporándose la tarde
en esa frontera de la siesta
como huella fugaz en la ceniza.
Se despide el sol
dejando en el crepúsculo
una estela violeta.