“Sin embargo algunos se salvaron y trajeron la noticia
de que el mundo, el gran mundo está creciendo todos los días
entre el fuego y el amor.”
de que el mundo, el gran mundo está creciendo todos los días
entre el fuego y el amor.”
(Carlos Drummond de Andrade)
Se incendia el horizonte
en las afueras,
como serpiente camuflada
al borde de una tapia
crepita la tarde, roja,
mordida de muerte.
Como lengua de fuego
lame el óxido las campanas,
ventean ya los perros
el aliento descarnado
de las cenizas.
3 comentarios:
Lees este poema y sientes una honda inquietud. El fuego que arde la tarde, se nos allega y quema.
Besos
Un poema muy apropiado para esta época en la que desgraciadamente el horizonte se incendia y las lenguas de fuego arrasan los bosques y todo lo que en ellos habita y no hay lágrimas suficientes para poder apagar esos fuegos.
Un abrazo
El fuego reaviva nuestros miedos ancestrales. Aquellos que nos reunían a su alrededor y hacía que ululasen nuestras almas ante lo desconocido
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