En el pedregal menguaba
la luz oblicua del estío. Declinaba agosto.
Bajo un palio de grandes hojas
esperé esas cosas
reservadas a los sueños.
Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises
yo le tengo piedad a la higuera.
Rozaba la tierra la sombra de la higuera
cadenciosa, como el sonido del sistro, la rozaba
un murmullo meloso
que secretamente entallaba redondeces
de fruto maduro y abierto.
Como si la maternal higuera
atesorara la dulzura de la tierra
inervada en sus ramas
toda la apariencia radiante que ensanchara
la turgencia en las caderas
y al borde de los dientes desmenuzara
la agonía de un beso largo,…largo.
Y se desprendió la tarde
del rubor azul infrutescente
y germinó una fecha de amor
entre iniciales.
Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
"Hoy a mí me dijeron hermosa".
Las estrofas en cursiva pertenecen a este poema de JUANA DE IBARBOUROU
LA PALETA DE COLORES
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Llevo más de cincuenta años pintando, y alucino cuando veo la enorme
cantidad de colores que llevan encima algunos pintores aficionados. Yo
estoy acostu...
Hace 1 mes