Hay atajos y montes
que en la noche
se hospedan.
Y vientos sin frontera
que mueven ramajes
de piedad y olvido.
A veces hay silencios tajantes
inesperados
palabras silvestres
de emprendida huida.
Urge llegar.
Llegar antes de que el corazón
caiga
bajo la escarcha.
que en la noche
se hospedan.
Y vientos sin frontera
que mueven ramajes
de piedad y olvido.
A veces hay silencios tajantes
inesperados
palabras silvestres
de emprendida huida.
Urge llegar.
Llegar antes de que el corazón
caiga
bajo la escarcha.