jueves, 15 de enero de 2009

"Ven, ven muerte, amor, ven pronto / ven que quiero matar o amar o morir o darte todo / ven que ruedas como liviana piedra / confundida como una luna." (Vicente Aleixandre)




"Danza estelar". Acuarela sobre papel. CELIA BAYONA




Vete, no me aceches mientras mis horas lleguen
encinta de otras horas con luz.
Lo sé. Lo supe siempre,
como sé que en mi osamenta
sordamente habitas,
en mi memoria y debajo de la blusa
la ceniza gris se va esparciendo...
A veces, una súbita fragancia, el cabecear de un lactante
buscando entre mis senos esa luz perdurable, me extremece
No necesito
predisponer mi boca
a tu sabor.
Saberte es tropezarme conmigo
y aún así dudar
a secas dudar hasta caer rendida,
muerta de vida, intacta.
Dudar hasta quedarme
sin sitio, ni motivos
si tus ojos derraman las aguas donde suelo ahogarme.
Y crece el ansia de que madure ya el aire fino
Y allí, aquí, estoy soñando con mañana.
No he de pedirte
entero tu secreto: si es páramo,
u océano, o senda, o cima, o espejismo umbrío
lo que se ve después.Quiero sentir que alborea el prodigio
para saber si ahí se está despierto.


6 comentarios:

almena dijo...

Contundente "muerta de vida" . Me parece preciosa.
Toda ella me lo parece.

Sí, quizá lo inquietante es no saber "...si es páramo,
u océano, o senda, o cima, o espejismo umbrío
lo que se ve después..."

Besos!

Turulato dijo...

Ahora ya siento que llegará algún día; la espero. Nunca estuve seguro de ...; de nada, excepto de haber nacido.

El resto, humo que ha ido y ha vuelto, dejándome respirar a ratos, ahogándome por momentos.

Pero ya lo se. Se que desde que nací me acompaña, que siempre estuvo a mi vera, en silencio, aunque .., ¿sabes?, oí a veces como jadeaba junto a mi cuello.

Asumo un poco más cada día que llegará el tiempo de su llamada. Y es que lo que no existía en mi mente, va tomando forma y vistiéndose de colores.

No me preocupa haber fracasado y ni ser gran cosa ni un gran hombre. ¡Naderías!. Pero me duelen egoísmos y cobardías.

Hoy, ya tarde, voy aprendiendo. Me guían sonrisas y miradas, roces, cuidados y ternuras. Y es que voy recobrando la esperanza de sentirme vivo algún día.

Pero tengo miedo. Miedo al dolor de quienes quiero. Y temo enfrentarme a la Existencia, porque, como tú, quiero sentir que alborea el prodigio,
para saber si ahí se está despierto.
..

Leodegundia dijo...

Supongo que todos queremos saber si "ahí" se está despierto ya que la incertidumbre es lo que nos produce el miedo a algo que tendríamos que ver y sentir como natural, miedo que dejaremos de sentir cuando llegue la hora porque entonces comprenderemos.
Un abrazo y buen fin de semana.

Unknown dijo...

Si ahí se está despierto. Porque aquí sentimos el mundo entre las nieblas sólo. Dormidos, enfermos de olvido. Y quizá de anhelo de lo que atisbamos páramo. O ateridos por el miedo de un océano vacío, abisal. Duda, destino trágico de nuestra pobre condición. Pero también savia de interrogación y de búsqueda. Humanos.

Abrazos, envueltos en lazos de vida para que arropen tu cuerpo con un poco de calor.

Anónimo dijo...

Me maravilla tu manera poética de "tratar" sobre la muerte.
La verdad es que yo no espero nada tras ella, ojalá me equivoque y, llegado el momento, compruebe que sigo despierta también allí . Pero como te digo, no espero nada y pienso que la poesía se acaba aquí...

Es un poema precioso, como todo lo que se lee y se disfruta en tu "casa".

Besos y vida

Cani dijo...

¡Que gran misterio! ni al nacer; ni al morir, sabemos a donde nos dirigimos.
Hermoso poema.
Un saludo