miércoles, 12 de enero de 2011




La nostalgia es un columpio
abatido de infinitud.


Cuán liviana se mece
la añoranza pura
bajo los párpados de la infancia.

Qué sensato júbilo apurar el vértigo
queriendo rozar el firmamento
más alto, más…

Más alto…

y entonces llueve,
llueven certezas como aguacero,
apuntan caricias oblicuas transidas de crepúsculo
y la esperanza sisea arrullos de nimbo, vestigios
que no ha quebrantado ningún aire.

5 comentarios:

Trini dijo...

Tengo predilección por la palabra infinitud.

Mientras la añoranza sea liviana, encuentra en nuestra alma su acomodo. Pero si nos llueve añoranza...

Precioso poema, Marián

Turulato dijo...

Llueven certezas sobre la añoranza y de la infancia va brotando un adulto, de cuarteada piel por caricias de cuchilla, quemada por alguna que otra descarga del rayo, atontada la mente por el trueno de los días.

Pero no todos tienen la suerte de sufrir ser patrón solitario de su vida. A algunos les llevan de pasaje durante toda la existencia y basta algo de marejadilla para que se mareen.

Unknown dijo...

Sé que el vértigo que añoras es el primer vértigo. Recuerdo intensamente el vértigo del columpio, cuando por un instante caías en un vacío glorioso y cuando te lanzabas con fuerza más arriba todavía, sin miedo, hasta el cielo.

Luego hubo otros vértigos también muy intensos.

Nos hacemos viejos cuando ya nuestro cuerpo no es capaz de vibrar o cuando el miedo impide asomarse al vértigo. Pero hay quien no tiene añoranza porque nunca ha sabido del vértigo.

Un abrazo. Vertiginoso.

Leodegundia dijo...

Como siempre logras adentrarte en la parte más profunda de los sentimientos y hoy le toca a la nostalgia, esa casi tristeza originada por el recuerdo de tiempos y sensaciones perdidas que nos lleva a la melancolía.
Perfecto el poema y perfecta la imagen que lo acompaña, en ambos se refleja la nostalgia del vértigo.

almena dijo...

mmmm gusto volver y leerte
gusto y placer por las hermosas contradicciones que apuntas, como la de la "sensatez del vértigo"...

besos!